«Es por la tarde temprano, es la hora de la siesta en Cho-Lon, en las callejuelas de Cho-Lon, en medio del olor a sopa, a carne asada, a jazmín, a ceniza, a leña. En medio del aroma de la ciudad china.»
Con la película de Jean-Jaques Annaud, El amante, viajamos a un mundo que probablemente ya no existe. Esperaré a ver con mis propios ojos cómo ha resistido Vietnam el paso del tiempo, pero dudo que este Vietnam romántico del que me he enamorado a través de la película siga siendo el mismo. Quizá lo único que permanezca inmutable siempre sea el Mekong, que sigue fluyendo desde los inicios del mundo a través del continente para desembarcarse entero en el Mar de China.
Sin embargo quien espere ver en este filme, rodado en 1991, toda la exuberancia del paisaje vietnamita se quedará con las ganas. Si acaso, las calles de Saigón (la actual Ho Chi Minh), aunque ya solo con ese nombre, sibilante cuando lo decimos en voz alta, caemos rendidos ante él. Las escenas de cama, eso sí, son más que frecuentes.
Sin embargo ganó un Oscar a la Mejor Fotografía en 1992. Sin duda los sentidos se colapsan viéndola.
Pero algo me ha gustado: el sonido incesante de las calles, el murmullo del Vietnam de principio a fin, y el repiqueteo de esa lluvia que cala como el mar y con ese sonar tan dulce, tan diferente a las lluvias de Occidente.
Un primer contacto con Vietnam et voilà, me encantó. Y para los que prefieran atrapar Saigón con las palabras, el libro que le dio vida: El Amante, de Marguerite Duras.
Empieza la cuenta atrás.
La ficha en Filmaffinity: http://www.filmaffinity.com/es/film919585.html
Y si queréis saber de qué va ese periplo por Vietnam del que hablo continuamente os invito a leer también Mares del Sur, dirección Vietnam
M.
HEY HEY WORLD! 